¿Cuáles son los mejores deportes para niños?

Natación (de 3 a 5 años)

La natación es uno de los deportes más beneficiosos no solo para los niños, sino también para los adultos. Se trata de una práctica ideal para que los peques se inicien en el maravilloso mundo acuático y aprendan la técnica, mientras mejoran capacidades como su resistencia y coordinación.

Artes marciales (desde 4 años)

Entre los 5 y 7 años de edad, puedes probar a apuntar al peque a un deporte individual, del tipo de judo, karate o taekwondo. Estas actividades pueden empezarse de manera temprana, pues son perfectas para mejorar la coordinación de sus movimientos

Tenis (de 4 a 6 años)

A partir de los 4 años es un buen momento para que el niño se inicie en un deporte como el tenis, el cual se encargará de favorecer especialmente su coordinación ojo-mano, además de su potencia.

Baloncesto (desde 7 años)

El baloncesto es un buen ejemplo de deporte de equipo en el que iniciarse a partir de los 7 años. La coordinación es una de las capacidades que se trabajan, pero no solo eso, sino también la agilidad y otras habilidades motoras, por no hablar de que fomenta la cooperación entre compañeros.

Fútbol (desde 7 años)

El fútbol es otro de los favoritos de los niños desde los 7 u 8 años. El deporte rey está ligado a sus jugadores estrella, de ahí que prácticamente cualquier peque sueñe con llegar a ser como ellos. Pero además de ser muy popular entre los niños, es también muy beneficioso porque favorece la resistencia aeróbica, la visión periférica y la velocidad.

Atletismo (desde 8 años)

Para niños un poco más mayores y cercanos a la preadolescencia, el atletismo puede ser una excelente idea. Este deporte no solo aumenta la resistencia de los niños, sino que también mejora su desarrollo físico y favorece su afán de superación.

¿Cuántas veces a la semana deberían practicar deporte los niños?

Según la OMS, los niños deberían dedicar al menos 60 minutos al día a la práctica de su deporte favorito, independientemente de cuál sea este. Lo ideal es que se trate de una actividad fundamentalmente aeróbica con el objetivo de potenciar el desarrollo físico.

Eso sí, no deben dejarse aparte aquellas actividades encaminadas a reforzar los músculos y los huesos, por lo que deberían tener una presencia de no menos que tres veces por semana.

Para cumplir con estas directrices, es esencial que al niño verdaderamente le guste el deporte escogido. Para ello, hay que valorar cuáles son sus habilidades y fortalezas y, por supuesto, sus debilidades o miedos. Hay que recordar también que hay niños que quizás prefieran una actividad individual, mientras que otros, opten por jugar en equipo. Lo más importante para que amen el ejercicio es que se sientan cómodos con él.

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