La motivación deportiva es un aspecto fundamental en cualquier persona que hace ejercicio, sea cual sea su capacidad física. A nivel de competición, tenerla o no tenerla marca la diferencia entre un deportista ‘normalito’ y un campeón. Y a nivel aficionado, decanta la balanza entre ser constante o entrenarse solo esporádicamente. Por eso, a ella le dedicamos este post, en el que te comentamos algunos aspectos relacionados y sugerencias para mantenerla siempre bien alta. ¡Notarás la diferencia!
Motivación deportiva a largo plazo: los objetivos
La motivación deportiva actúa tanto en el largo plazo como en el corto. En el caso del largo plazo, lo fundamental para mantenerla bien alta es marcarse un objetivo. ¡Todos salimos a correr o practicamos algún ejercicio por algo! La clave es identificar qué es ese algo que, en tu caso, te hará entrenar con regularidad. Y si se trata de algo tangible y medible, deberá ser un objetivo realista, que seas capaz de cumplir, como veremos en el último apartado de este post.
En este sentido, podemos dar algunos ejemplos de objetivos personales que mantienen alta la motivación deportiva de muchos atletas, tanto amateur como de cierto nivel:
- Perder peso: ¡es un clásico! Sobre todo, en ciertos periodos, como la vuelta de vacaciones o el fin de los excesos navideños. Y está bien que así sea, pero no debería quedarse ahí: después de lograr este objetivo, la siguiente motivación debería ser el mantenimiento de tu peso ideal
- Mantener una vida saludable: objetivo relacionado con el anterior, que puedes marcártelo motu propio o por consejo médico
- Un reto personal: tiene que ver con el orgullo propio y, si no es obsesivo, te ayudará a superarte a ti mismo. Por ejemplo, tu motivación deportiva puede ser la de completar una carrera de 10 km, dar el salto a una media maratón, terminar una auténtica maratón, bajar de 4 horas en ella, etc.
- Ocio y disfrute personal: hacer deporte es, en todos los casos, entretenido. Así que incorporarlo a tu rutina diaria te hará disfrutar más de la vida, especialmente si va ligada a viajes, experiencias en la naturaleza, etc.
- Causas solidarias: cada vez son más las carreras o eventos deportivos que se organizan por causas solidarias. Participar en ello es un bonito objetivo. Lo mismo ocurre si el deportista lo hace a título personal, por una promesa a un ser querido en dificultades, con el objetivo o no de recaudar de dinero
- Dar un buen ejemplo a tus hijos: ya se sabe que la mejor manera de educar es a través del ejemplo. Si quieres que tus hijos practiquen deporte, ¡empieza por hacerlo tú mism@!
- Reunirse con los amigos: jugar una pachanga de fútbol todas las semanas o salir a correr en compañía es, además de una buena forma de hacer deporte, una estupenda manera de mantener las relaciones de amistad
Motivación deportiva a corto plazo: el empujón que necesitas
De acuerdo, ya te has marcado tu objetivo a largo plazo, que supone un motivo más que suficiente para introducir el deporte en tu vida diaria. Pero para lograrlo, has de ser constante. Y hay momentos ‘críticos’ en los que necesitarás otro tipo de motivación: la inmediata. Un día lluvioso o frío, una noche de poco descanso, una jornada de intenso trabajo, una mala noticia a nivel personal… Son factores que pueden disuadir a cualquiera de realizar el entrenamiento previsto. Y para que eso no ocurra, muchos son los que recurren a técnicas motivadoras, como por ejemplo los famosos inspirational quotes o inspiration videos: citas y vídeos inspiradores que te darán el empujón que necesitas para salir a entrenar. Estas son algunas frases relacionadas con la motivación deportiva:
- No te compares con los demás. Compárate con la persona que eras ayer
- Las metas son sueños con fecha de entrega
- Corre con tu corazón y tus pies te seguirán
- Quejarse no quema calorías
- Todo campeón fue una vez un aspirante que negó a rendirse
Por último, analiza tus logros
Y para que tu motivación deportiva no caiga en saco roto, es importante analizar los progresos y, en última instancia, comprobar si se han cumplido los objetivos. En este sentido, las aplicaciones para smartphones pueden ser una buena ayuda: te informan de aspectos como el número de kilómetros recorridos, la velocidad media, etc. La báscula es también una compañera ineludible si tu objetivo es la pérdida de peso. Y como estos, muchos otros instrumentos o técnicas con los que podrás comprobar tus logros.
Una vez superada la meta final, te producirá una gran satisfacción personal echar la vista atrás y comprobar cómo era tu yo cuando te marcaste tu objetivo y como eres ahora, tras haberlo conseguido. O incluso, repasar imágenes o testimonios del durante: fotografías de tu antiguo estado de forma y el actual, notas en un diario, recuerdos de viajes relacionados con el deporte, etc.
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