Correr con lluvia es un factor que todo runner debe tener en cuenta. ¡No es posible correr grandes distancias en espacios interiores! Lógicamente, puedes consultar la información meteorológica y adaptar tu entrenamiento a los ratos en que el cielo se abra, pero eso no estará en tu mano el día de la carrera. Así que lo mejor será que sigas los siguientes consejos y pierdas el miedo a entrenar bajo la lluvia. Quizá descubras que, como muchos corredores indican, correr con lluvia es relajante y más saludable, pues la calidad del aire también es mejor. ¿Te animas a comprobarlo?
Calcetines, zapatillas y gorras especialmente adaptadas
Tus pies son probablemente la parte más crítica en un entrenamiento con lluvia. Tanto por riesgo de resfriados como por rozaduras. Por ello, deberías tener un juego de calcetines especialmente compactos para estos días y un par de zapatillas adaptadas a este ambiente, por ejemplo, de Gore Tex.
Otra prenda básica es la gorra. Por un lado, los modelos impermeables harán que tu pelo se libre del agua durante la carrera. Y por otro, evitarán que las gotas de lluvia lleguen a los ojos, ni por vía directa ni de forma indirecta por goteo desde la frente.
Por otra parte, como veíamos, la mejor manera de proteger los ojos es con la gorra y no con las gafas: es cierto que con tus gafas de running evitarás que las gotas caigan directamente sobre tus ojos, pero en cambio esas gotas se quedarán en los cristales, entorpeciendo la visión y aumentando el riesgo de incidentes. Mejor la gorra.
Chubasquero, solo si llueve mucho
No hay que caer en la tentación de ponerse el chubasquero a las primeras de cambio para correr con lluvia. Si la lluvia no es muy intensa, será peor el remedio que la enfermedad, especialmente si no se trata de un modelo transpirable: la humedad generada por la sudoración te mojará más y de manera más profunda que la propia lluvia.
Para correr con lluvia: Prendas reflectantes
Lógicamente, con lluvia hay menor claridad y peor visibilidad, así que te recomendamos usar prendas reflectantes o de colores intensos, que permitan a los transeúntes y a los conductores verte más fácilmente.
Uno de los mayores problemas de correr con lluvia es que aumenta el riesgo de caída. Y ese riesgo está principalmente en las hojas de los árboles que encuentres en el suelo y en las superficies metálicas potencialmente resbaladizas, como tapas de alcantarillas. Evítalas para no tener sustos.
Quítate la ropa después de correr con lluvia
Si bien es importante estirar después de terminar el entrenamiento, lo primero que hay que hacer cuando se termina de correr con lluvia es cambiarse de ropa. Quedarte unos minutos con las prendas mojadas puede suponer un desajuste térmico que daría lugar a resfriados inesperados. De igual manera, tampoco deberías posponer más de lo debido una ducha caliente y reparadora, que te devolverá la temperatura corporal ideal.
Y tú, ¿has salido alguna vez a correr con lluvia? ¿Cómo te proteges? ¿Qué sientes cuando te ejercitas bajo una suave cortina de agua?