Se acerca el calor, y con ello las vacaciones. Dejamos la ciudad para transportarnos a un ambiente distinto, con un aire más limpio, la compañía del mar y de las olas,…Efectivamente, estamos cerca del mar. Sin embargo, ello no significa dejar de lado nuestra rutina física diaria. Correr en la playa es uno de los grandes placeres que nos brinda el verano, una experiencia increíble que nos reconcilia con la naturaleza y con nuestro propio cuerpo. La brisa, el sol y el olor del mar nos cargan las pilas, llenándonos de energía y dándonos una sensación positiva de libertad.
Correr en la playa es uno de los ejercicios más placenteros y divertidos que podemos hacer en vacaciones. Una actividad que, lejos de caer en desuso, cada vez es más popular. No es raro ver cada minuto pasar gente delante de nuestra toalla corriendo ya sea en solitario, en pareja o en grupo. Sin embargo, son pocos los que conocen los beneficios y los inconvenientes de correr en la playa. Si tú tampoco los sabes no te preocupes, desde aquí te los contamos.
Levantarse temprano, con los primeros rayos de sol y con quilómetros y quilómetros de arena para conquistar, seguidos quizás de un refrescante baño en el mar. ¿Qué hay mejor que eso? Sin embargo, no debemos olvidar la importancia de usar una vestimenta cómoda y transpirable, como es la ropa de running hombre y ropa de running mujer.
En cuanto al calzado, siempre recomendaremos usar unas zapatillas running para hombre y zapatillas running para mujer que nos prevean de lesiones e impidan un exceso de entrada de arena.
Consejos y beneficios de correr en la playa
Correr en la playa es una de las actividades más placenteras del verano. Además de permitirnos disfrutar del aire libre, nos permite quemar un gran porcentaje de calorías y tonificar los músculos de las piernas que deben esforzarse más en la arena. Por supuesto, también nos ayuda a obtener un bronceado agradable mientras entrenamos.
Sin embargo, no es lo mismo correr en estas condiciones que correr en el gimnasio o por la calle. Bajo las condiciones climáticas del verano y en un terreno más blando que ofrece resistencia, debemos recordar los siguientes consejos para aprovechar al máximo nuestra carrera. También tendremos en cuenta algunos de los beneficios más destacados de entrenarte en la orilla del mar, los cuales pueden quedar resumidos en los siguientes puntos:
- Correr en la playa es muy bueno para perder peso y mejorar la resistencia. Una persona que corre en la arena de la playa gasta cerca de un 150% más de energía si se compara con un recorrido de calle. Además, correr en la playa aumenta la carga de trabajo, incrementando en casi un 50% el consumo máximo de oxígeno. Por lo tanto, también sirve para mejorar la resistencia.
- La playa ofrece mejor amortiguación. Correr sobre arena aumenta el tiempo de «impacto» (cuando se hunde el pie en la arena), y por lo tanto amortigua y reduce la presión general de los impactos sobre las extremidades inferiores.
- Intervienen más músculos. El aumento del tiempo de impacto sobre la arena blanda también indica que la arena tiene menos rebote que el pavimento, lo que obliga a los cuádriceps, flexores de la cadera y los músculos de los glúteos a intervenir mucho más que en una carrera normal.
- Mejora el equilibrio y la estabilidad, dado que los apoyos irregulares permiten desarrollar una mejor propiocepción.
- Reduce el impacto articular. Tus articulaciones no sufren tanto como cuando corres por asfalto.
- Variadas alternativas de entrenamiento. Las posibilidades de a hacer sesiones de carrera continua son amplias, ya que puedes correr por la orilla del mar, por la arena seca o blanda, por el agua hasta las rodillas o caderas…
- Prevención de lesiones relacionadas con los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones.
- Los propios beneficios del mar, aire puro y del sol, aunque siempre extremando las precauciones de protección.
¿Y qué hay de correr descalzo en la playa? Está claro que la gracia de correr por la arena es hacerlo con los pies descalzos. Pero ojo: si pasas todo el año corriendo con calzado amortiguado, por mucho que la arena sea una superficie más blanda, seguirás necesitando un período de adaptación. Comienza con unos pocos minutos concentrándote en aterrizar con el antepié en lugar de con el talón y ve aumentando el tiempo según pasen los días.
Correr descalzo te permite utilizar los dedos para agarrar el suelo, proporcionando un gran entrenamiento para los pies y las pantorrillas. Sólo ten cuidado con la técnica y la carga de entrenamiento, ya que las superficies irregulares incrementan el riesgo de sufrir torceduras, esguinces y demás lesiones. Elige la superficie más plana y limpia que encuentres para evitar cortes en los pies a causa de pisar desechos o elementos punzantes en la arena.
Riesgos e inconvenientes de correr en playa
En verano cada vez son más los runners que salen a correr cerca del mar para asegurarse un poco de brisa fresca durante el deporte. Sin embargo, correr en la playa entraña más peligros de los que podemos percibir a simple viste. Por este motivo, os contamos lo que tenéis que tener en cuenta para no tener ningún tipo de imprevisto:
- Aumenta el peligro de sobreentrenamiento. Entrenando en las zonas de la playa más lejanas al agua, las lesiones por sobreentrenamiento pueden ser un problema para los atletas. Los músculos estabilizadores más pequeños son generalmente más débiles en los corredores de cemento, por eso la anterior recomendación de realizar el entrenamiento en forma progresiva.
- Correr en la playa puede generar dolores. Los runners que corren en la arena suave pueden experimentar algo de dolor en la tibia posterior (calambres en las piernas) con más frecuencia que los corredores de calle. Esto sucede porque esta superficie favorece la pronación de la pisada.
- Correr descalzo en la playa puede ser peligroso. Usar zapatillas sobre arena dura es más suave para el cuerpo que correr en el pavimento. Sin embargo, correr en la playa sin calzado y sobre la arena dura aumenta el riesgo de lesiones debido al exceso de tensión que reciben los huesos. El aumento de la carga se debe a que el pie realiza un movimiento diferente en la arena respecto al que realiza en el pavimento.
- Las altas temperaturas y la humedad complican el desarrollo de los ejercicios aeróbicos e incluso aumenta el riesgo de deshidratación.
- Evita correr en la playa por la arena si has sufrido algún tipo de lesión los últimos 3-5 meses en rodillas o tobillos, podrías recaer.
- No corras en la playa si tienes problemas articulares o debilidad en los tendones. La mayoría de las orillas de las playas no son firmes, suelen tener desniveles que obligan a forzar una pisada antinatural que puede desencadenar en lesión.
Para terminar, queremos recordarte algo muy importante para que correr en la playa sólo sea un paso más en el alcance de tu objetivo: No olvides disfrutar de tu entorno. Todo es y se ve mejor cuando corres.